Despertar al amor

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entrar es fácil... salir es difícil...

Voz de él:

…desde aquel entonces
yo quería asomarme
a la profundidad de tus ojos
y mirar de donde nacen tus múltiples matices
tus fases y facetas
tus sentimientos, tu ternura, tu amor.

Voz de ella:

¿Querías conocerme?
bien sabes que yo misma alígero mi paso para ir a tu encuentro:
yo que me muero de sueños imposibles y mi despertar es incierto
he visto una oscuridad habitada por tu amor en ciernes.

Voz de él:

Conocerte y sentirte
de la oscuridad a la luz entrando por tu piel
por el más dulce contorno de tu sangre
pues, donde comienzan tus sentidos
queda transformado el aire
y hay un verbo disperso que me circunda
y soy yo el contenedor de tu contenido

Voz de ella:

¿Cuándo iluminarás mi corazón?
tengo en mi alma el incesante palpitar
de la galopante era del nuevo siglo
el íntimo deseo de verte cara a cara
y aún tú no llegas.

Voz de él:

descansa mi niña, esperaré,
aún en la más sinuosa desesperación
que tu rostro se ilumine de certidumbre
pues busca mi alma en tus ojos,
más que simple cielo, lluvias y sueños
buscan mis ojos el canto de tu alma
más allá de la invisible vislumbre

Voz al unísono:

somos dos que se hablan
sin palparse, sin oírse, sin mirarse,
sin ilusiones. que se aman
sin tiempos, sin fronteras, sin distancias
en la alegría y la búsqueda profundamente
profunda de sus escogidos corazones.


Voz de él:

inmensamente lejos, extrañándote
agonizo de soledad y amargura
cae, cae cada minuto del siglo
férrea es la distancia que nos separa
cada día estás más cerca pero aún no te veo.

Voz de ella:

pero, llegarás a verme amigo.
llegaremos a encontramos y me verás
en la lucidez de este presente.
Duerme, duérmete mi niño
que la brisa suave de mis ojos ya te acaricia.

Voz final de los dos:

tal vez en un suave y tardío suspiro nuestros ojos,
(Aquí en este mundo nuestro de ardoroso coraje),
traslucirán nuestras imágenes fundidas en el gozo futuro de poseernos.
en la más dulce, detallada y transparente plenitud,
en el puro, límpido y reservado crisol
de nuestro definitivo despertar al amor.
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